El discurso publicitario desempeña una labor movilizadora de actitudes y aspiraciones sociales, detectando símbolos arquetipos y mensajes que suponen una especie de conciencia de la sociedad.
Es muy importante analizar el papel que desempeña el medio ambiente en los mensajes publicitarios. Su evaluación permitiría precisar la importancia que la naturaleza posee en nuestra sociedad y la capacidad de la publicidad para la modificación de las actitudes sociales ante los temas ambientales.
Un ejemplo de demostración de esto es la campaña “Un Anuncio Incomodo” realizada por la organización Greenpeace junto con Digital+.
En ella se reunieron a los creativos más destacados para plantear cómo serán los spots que veremos en un mundo futuro marcado por el cambio climático.
Se trata de una iniciativa con la que se intenta influir, a través de la publicidad, en el cambio de valores necesarios para que nuestra sociedad haga las paces con el planeta.
El resultado es un material sorprendente, ocho spots repletos de humor, originalidad y audacia. Una sucesión de productos imposibles, situaciones hoy inimaginables que sólo caben en las mentes más brillantes de nuestra comunicación.
Aquí les dejamos el video de uno de los spots:
Para mas videos entrar en:
http://www.youtube.com/watch?v=nzRo85Tmr88
http://www.youtube.com/watch?v=-9cxAgTes6o&feature=channel
http://www.youtube.com/watch?v=TwPEdTttS3E&feature=channel
http://www.youtube.com/watch?v=909VatLt1DQ&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=4skU9IJecKg
http://www.youtube.com/watch?v=C_LEZ-28SPw&feature=player_embedded
Esta muy bueno el blog.Me parece muy interesante y me llena de orgullo que los chicos jovenes de ocupen por el medio ambiente!
ResponderEliminarTe felicito!!
Muy bueno!!
ResponderEliminarMuy bueno el blog,me parece q habla sobre un tema fundamental para la vida,creo que es una buena manera de que la gente tome conciencia y empieze a realizar un cambio.
ResponderEliminarincreible!!muy entretenido...
ResponderEliminarMuy interesante, Belen!
ResponderEliminarSaludos desde Córdoba,
Tía Veruka.